Luego del ataque del ejército colombiano al campamento de las FARC en la frontera con Ecuador, durante el cual fue herida una joven mexicana y otros tres militantes mexicanos de las FARC murieron, se han manejado todo tipo de especulaciones sobre el carácter de ese campamento y las actividades que en él se desarrollaban.
Toda la información que se ha recopilado hasta ahora de diversas fuentes demuestra que ese era un campamento permanente y estratégico, protegido por las autoridades ecuatorianas y desde donde se manejaban las operaciones políticas y de negocios de las FARC.
Luego del ataque del ejército colombiano al campamento de las FARC en la frontera con Ecuador, durante el cual fue herida una joven mexicana y otros tres militantes mexicanos de las FARC murieron, se han manejado todo tipo de especulaciones sobre el carácter de ese campamento y las actividades que en él se desarrollaban. Lo cierto es que allí vivían Raúl Reyes, el principal líder de las FARC, luego de Manuel Marulanda, y la hija de éste, pareja de Reyes, de nombre Gloria. Toda la información que se ha recopilado hasta ahora de diversas fuentes demuestran que ese era un campamento permanente y estratégico, protegido por las autoridades ecuatorianas y desde donde se manejaban las operaciones políticas y de negocios de las FARC. Esa información también desmiente cualquier posibilidad de que los jóvenes mexicanos heridos o fallecidos en el lugar estuvieran realizando estudios académicos o una visita de cortesía a una zona rigurosamente vigilada. Pero más importante que eso: la documentación hallada en el lugar y que está siendo cotejada actualmente por diversos servicios de seguridad internacionales, incluyendo la Interpol, a pedido del gobierno colombiano, confirma todo ello y pone de manifiesto una trama de relaciones políticas, económicas, militares y delincuenciales que llegan a México y pasan, sin duda, por Venezuela, Ecuador, Cuba y otras naciones.
Tenemos en nuestro poder parte de la información recuperada de las computadoras de Raúl Reyes. Los documentos más importantes encontrados en ella, para nuestro país y sus relaciones con estos grupos, son las cartas de Manuel Marulanda, líder de las FARC al presidente Hugo Chávez; el establecimiento de una alianza oficial entre el gobierno de Ecuador que encabeza Rafael Correa y las FARC; en este sentido la reunión del ministro ecuatoriano Gustavo Lara con Raúl Reyes. Una nota codificada de un envío de drogas a México; la adquisición y venta de 50 kilos de uranio; el envío del dirigente Martín Sombra a Venezuela; la estrategia del gobierno venezolano de establecer una reunión con Marulanda en territorio “desocupado” por el gobierno colombiano; la confirmación del líder Edgar Tovar de la venta de 700 kilos de cocaína por millón y medio de dólares, entre otros documentos.
Los mismos comenzaron a ser dados a conocer en forma completa en el programa México Confidencial de Cadena Tres a partir del día de ayer y continuarán en las próximas emisiones. Parte de esta documentación está cifrada, otra es abierta y toda ella ha sido recogida en el campamento de las FARC.
Algunos puntos clave de los papeles de las FARC. El 22 de septiembre pasado un miembro del secretario, colaborador de Raúl Reyes y que firma como JE, presenta la estrategia de las FARC para la liberación de rehenes y orientada a contar con el respaldo de Hugo Chávez para que las FARC sean consideradas como fuerzas beligerantes. Se incluye en el documento la carta que le enviaría días más tarde Marulanda a Chávez, donde luego de un “saludo fraternal y bolivariano”, Marulanda le explica a Chávez que “lo importante para su gobierno y las FARC en la actualidad es lograr mantener amplias relaciones políticas de amistad, donde el sueño del libertador Simón Bolívar se vuelva realidad para el proceso bolivariano que dirige su gobierno y las FARC en Colombia”. A partir de esa carta se establece lo que se denomina un plan estratégico que es separado de lo que denominan Intercambio Humanitario.
Otro documento del 14 de enero, sin firma, comienza a calificar a los envíos de droga como “dossier”, y dice que el grupo que los maneja es de “dirección colectiva, delicadeza, cabeza fría, capacidad y responsabilidad”. Y se pregunta “¿quién, a dónde, cuándo y cómo recibiremos los dólares y los guardamos?”
Uno de los documentos más importante es el que le envía Edgar Tovar a Raúl Reyes el 16 de febrero, quince días antes de los ataques. Luego de un largo recuento de deserciones y pérdidas en los distintos frentes de las FARC, incluyendo un operativo de tropas colombianas en la zona (y dos de tropas ecuatorianas que se quedaron con un “taller”), hace Tovar una relación de ataques militares donde “no se ha materializado nada”: una explosión donde murieron 10 militares; un combate en el que cayeron siete; un ataque con francotiradores que dejó nueve muertos, “siete voladoras al tuvo (así está escrito en el original)” y el derribo de cuatro torres de electricidad. Dice Tovar a su jefe que proyectaban 300 “voladuras al tubo, una emboscada del ejército, preparando explosivo y enterrarlo en el sitio de trabajo”. Habla de otra emboscada para la cual tiene listas ya, 600 granadas, y que en el trabajo de masas ya tiene “50 delegados para enviar a la reunión del 22 en Ecuador” (donde se supone que participaron los jóvenes mexicanos). Promete platicar con Raúl Reyes algunos detalles personales de ese tema.
Más importante aún es que habla del trabajo de finanzas y dice que no han podido “realizar un negocio bueno”, acepta que “hemos hechos cosas pequeñas y la situación sigue dura por la erradicación y fumigación. Con Marcos (no se identifica al personaje) hablamos de que nos colaborara si él estaba vendiendo a buen precio, que nos ayudara, estuvo de acuerdo y (enviamos) unos pocos cositos a México, por cada coso nos quedan 5 mil dólares libres, sólo se mandaron cuatro y ahí se les mandan 20 mil dólares y seguimos por este medio tratando de ver si podemos conseguir otros recursos”.
Pero además, Tovar le dice a Reyes que están comprando uranio. Dice al respecto que “hay un señor que me surte de material para el explosivo que preparamos y se llama Belisario y vive en Bogotá, es amigo de Jon 40, Efren oriental, Caliche la de Jacobo, él me mando el muestrario y las especificaciones y proponen vender cada kilo a dos y medio millones de dólares, y que ellos entregan y nosotros miramos a quien le vendemos y que sea el negocio con un gobierno para venderle arto (en el original), tienen 50 kilos listos y pueden vender mucho más, tiene el contacto directo con los que tienen el producto. Finalmente, luego de informarle que un ministro de apellido Bustamante es de la CIA y su asesor, un tal Roldán de la DEA (información proporcionada por Marcos, dice), le informa a Reyes que le envía a Gloria (esposa de Reyes e hija de Marulanda) 6 mil dólares y “oriento al camarada Benítez le entregue 13 millones”. Mañana las relaciones con el presidente Correa y otras historias.