Una consulta manipuladora, ilegal y autoritaria
Columna JFM

Una consulta manipuladora, ilegal y autoritaria

El miércoles el gobierno del DF dio a conocer la convocatoria para la llamada consulta sobre la reforma petrolera. Unos días antes, el PRD en la Asamblea Legislativa del DF, había aprobado entregar 15 millones de pesos para organizarla y, antes aún, el presidente del Instituto Electoral del DF, Isidro Cisneros, sin consultar al consejo del Instituto, le había dado un entusiasta apoyo, incluso convocando al IFE a que realizara un ejercicio nacional. El propio IEDF, dijo Cisneros, destinará parte de sus recursos a dicha consulta.

El miércoles el gobierno del DF dio a conocer la convocatoria para la llamada consulta sobre la reforma petrolera. Unos días antes, el PRD en la Asamblea Legislativa del DF, había aprobado entregar 15 millones de pesos para organizarla y, antes aún, el presidente del Instituto Electoral del DF, Isidro Cisneros, sin consultar al consejo del Instituto, le había dado un entusiasta apoyo, incluso convocando al IFE a que realizara un ejercicio nacional. El propio IEDF, dijo Cisneros, destinará parte de sus recursos a dicha consulta.

Pero, ¿de qué consulta estamos hablando?. Porque fuera de los discursos políticos de gobierno Marcelo Ebrard, el gobierno capitalino no se ha dignado ni siquiera informarnos cuál va a ser la pregunta con la que supuestamente nos va a consultar a quienes vivimos en el DF. El tema es más delicado aún porque si nos basamos en lo dicho por el propio Ebrard, y a su opinión de que “el gobierno nos quiere regresar a la situación anterior a 1937” (obviando que, en realidad, la propuesta gubernamental se basa en el decreto de expropiación de 1938 del presidente Lázaro Cárdenas, mientras que lo que defienden Ebrard y López Obrador es la reforma que realizó muy posteriormente el presidente Ruiz Cortines) y a la insistencia de que se busca “privatizar Pemex”, estamos ante un burdo intento de manipulación que busca impulsar una estrategia partidaria ajena a la ciudadanía.

Porque el estatuto de gobierno del Distrito Federal no permite una consulta ciudadana sobre temas federales y mucho menos utilizar recursos públicos en ello. Entonces tenemos una consulta en la que no sabemos qué se va a preguntar, impulsada sólo por un grupo partidario, financiada con recursos públicos, que es ilegal y que no es compartida por el resto de las entidades federativas del país, por el congreso y por el ejecutivo federal.

Más allá de esto, se trata de una forma autoritaria de ejercer el poder y de querer reemplazar las instituciones democráticas por una falsa democracia directa, que es y ha sido el sustento, siempre, de los regímenes totalitarios. Se podrá argumentar que en muchas democracias del mundo se utilizan las consultas y los referéndums. Y es verdad, pero se utilizan con el consenso de las fuerzas políticas, impulsados desde las instituciones, para conocer la opinión de la ciudadanía sobre temas muy concretos, en la mayoría de los casos muy locales o de trascendencia nacional, que admiten una respuesta simple, de blancos y negros y no respuesta técnicas, como es el caso de la reforma petrolera.

¿Qué es lo que se ha consultado en otros países?. Por ejemplo, si España se integraría o no a la OTAN; en Europa, recientemente si se acepta o no el Tratado de Lisboa. Son recurrentes en Estados Unidos, consultas que van desde la construcción o no de una carretera hasta temas que quizás admitirían mecanismos diferentes para su procesamiento legal, como es el caso de la despenalización del aborto o el matrimonio entre personas de un  mismo sexo, pero nadie plantea someter a referéndum si se explota o no el petróleo en Alaska o las zonas costeras de la Unión Americana.
Si se quisiera hacer con seriedad ¿qué se preguntaría sobre la reforma petrolera?. Hay dos posibilidades: se podría preguntar, por ejemplo, ¿usted quiere que México siga importando el 40 por ciento de la gasolina que consumimos?¿usted prefiere que se inviertan miles de millones en la construcción de ductos y refinerías o que esos miles de millones se utilicen en educación, salud e infraestructura?¿usted está de acuerdo en que los yacimientos transnacionales del golfo de México los exploten los Estados Unidos y Cuba mientras nosotros desarrollamos una tecnología que nos permitiría hacerlo dentro de unos seis o diez años?¿usted prefiere que Pemex y la industria petrolera se queden como están o que sean mucho más productivas?. Ya innumerables encuestas han hecho esas preguntas y la gente quiere que se dejen de importar gasolinas, que los recursos se inviertan en la sociedad y no en ductos, que los yacimientos se exploten y que Pemex cambie. ¿Qué preguntará la consulta de Ebrard?. Por sus propios dichos algo así como ¿está usted de acuerdo con privatizar Pemex?¿usted cree que el petróleo es de los mexicanos y no debe ser entregado a las empresas extranjeras?¿usted cree que Pemex debe construir refinerías y explotar los yacimientos en aguas profundas en lugar de que lo hagan empresas privadas?. Y por supuesto que la gente dirá que no quiere que se privatice Pemex, que el petróleo es de los mexicanos y que se deben construir refinerías y ductos. Pero no se pregunta ni se responde lo verdaderamente importante.

¿Quién le explicará a la gente que con la propuesta presentada no se privatiza nada de Pemex; que cada refinería cuesta diez mil millones de dólares y reconstruir los ductos costaría otros miles de millones pero que además, eso no privatiza en absoluto el petróleo, ya que simplemente se contrata un servicio y se paga por él?¿quién explicará que hoy Pemex está asociado con empresas extranjeras…en el extranjero y que allí se crean las fuentes de trabajo porque aquí legalmente no puede hacerlo?¿cómo se explicará que hoy el transporte de petrolíferos ya está en manos privadas, con la única diferencia de que eso hoy lo hacen, con mayor costo económico y peligro, miles de camiones tanque en todo el país y con la reforma eso se podría hacer por ductos?¿quién explicará que cuando terminemos de desarrollar tecnologías “propias” y comprar equipos para explorar los yacimientos en aguas profundas, habrá pasado una década de que esos mismos yacimientos habrán sido explotados por Estados Unidos y Cuba?

La consulta como está planteada es una acción irresponsable, ilegal y una maniobra partidaria que busca ahondar la confusión y frenar las posibilidades del país, presentando como una bandera democrática un ejercicio manipulador y autoritario.

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