Alianzas, guiños y negativos
Columna JFM

Alianzas, guiños y negativos

Mientras el debate entre Fernando Gómez Mont y César Nava respecto a las alianzas PAN-PRD, crece, resulta evidente que el panismo ha decidido apostar todo a éstas, desconociendo los costos que pudieran generarle al partido. En estas horas se deben terminar de tomar muchas decisiones en torno a la designación de candidatos en el PAN pero también en el PRI que debió ajustar sus estrategias para enfrentar las coaliciones en su contra.

Mientras el debate entre Fernando Gómez Mont y César Nava respecto a las alianzas PAN-PRD, crece, resulta evidente que el panismo ha decidido apostar todo a éstas, desconociendo los costos que pudieran generarle al partido. En estas horas se deben terminar de tomar muchas decisiones  en torno a la designación de candidatos en el PAN pero también en el PRI que debió ajustar sus estrategias para enfrentar las coaliciones en su contra.

Oaxaca sigue siendo en este sentido la elección más interesante y compleja. Inscripta ya la alianza PAN-PRD-Convergencia-PT, resulta obvio que el candidato será Gabino Cué, sobre todo porque desde ayer se registró Irma Piñeyro como candidata del PANAL, quien así confirma que no va en la coalición. Y en los próximos días tendrá el PRI que decidir sus propias candidaturas. Jorge Franco renunció a la presidencia local del PRI buscando esa posición pero todo indica que será el gobernador Eviel Pérez el candidato. En todos los estados pero particularmente en dos, en Oaxaca y Sinaloa, el PRI debe buscar a candidatos sin negativos, y los de Franco son muy altos, sería un candidato intransitable, comparados con los de Eviel. Y eso determinará la selección del aspirante. Por cierto, la candidatura de Piñeyro, con el aval de Elba Esther, demuestra las tensiones de la propia alianza: la líder del sindicato de maestros no podía apoyar una coalición donde tienen un rol protagónico sus principales adversarios de la sección 22. Y tampoco podía apoyar al PRI. En los hechos los votos que recupere Piñeyro funcionarán como hace seis años los de Héctor Sánchez.

En Sinaloa el priismo ha entrado en una situación compleja por su propia falta de definiciones y por el empecinamiento de factores de poder local. El alcalde de Culiacán, ahora con licencia, Jesús Vizcarra, sigue teniendo sobre sí las sospechas, que no se han disipado, de su relación con personajes del crimen organizado y eso ha golpeado su candidatura y podría golpearla aún más en la campaña. Pero el senador Mario López Valdez, Malova,parece haber decidido ya que si la candidatura no es para él, se irá al PAN, lo que ya ha provocado una reacción pública de muchos priistas en el senado pero también de Manuel Clouthier, reacción que implica en su caso, un explícito distanciamiento con el gobierno federal, al decir que desde allí se protege al cártel de El Chapo Guzmán en Sinaloa. Porque resulta que en el caso de Malova también hay sospechas sobre esas relaciones y particularmente la que mantiene con el empresario colombiano Hernán Ranalde. Sospechas que se han agudizado por el exceso de recursos que el senador ha utilizado en las etapas de precampaña. Clouthier y muchos panistas sinaloenses se preguntan si ese es el perfil de candidato que su partido, con una histórica presencia en el estado, requiere.

La gente cercana a Malova dice que no habría problema, que el PAN ha aceptado en casi todos los estados a candidatos que no militan en ese partido. Pero eso precisamente aumenta las críticas a esa posibilidad. Por lo pronto el senador con sus sospechas a cuestas ya se ha reunido con César Nava, aunque los panistas estén que trinan en el estado. El PRI tendría que aprender de sus errores pasados y, como decíamos en el caso de Oaxaca, buscar a quien tenga menores opiniones negativas, y en ese terreno ni Vizcarra ni Malova, más aún si éste decide irse repentinamente a la oposición, tienen mucho que hacer: serán bombardeados en la campaña por sus rivales. Tienen que buscar una alternativa.

En Hidalgo, José Guadarrama le sigue encareciendo la alianza a Xochitl Gálvez. Y allí el PANAL ya decidió que irá con el PRI, un adelanto de lo que podría suceder el año próximo en el estado de México. Mientras tanto, en Puebla, donde el PRD tiene una presencia simbólica, no habrá problemas para que Rafael Moreno Valle sea candidato del PAN y el PRD, en esta ocasión aliados con el PANAL, con un aspirante que desde hace años tiene todo el respaldo de Elba Esther. En la política mexicana hay cosas raras: si ver aliados al PAN y al PRD es extraño, qué decir de una alianza de los partidarios de Andrés Manuel con Elba. Por cierto, López Obrador le “ordenó” al PT que no fuera en alianzas ni con el PRI ni con el PAN. En respuesta, no deja de ser significativo que la única alianza que han roto fue la que mantenían con el PRI en Zacatecas. Las del PT con el PAN han quedado intactas. Es el guiño de López.

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