La izquierda latinoamericana de los 60 y 70 vivía, vivíamos, equivocada en muchos sentidos pero era imposible dejar de reconocerle su constancia, su convicción ideológica, la decisión, en muchas ocasiones, de dar hasta la vida por una causa enfrentándose en muchas ocasiones a dictaduras militares brutales. Pero la derrota ha convertido a aquellas izquierdas en unas caricaturas impresentables, y esos vacíos los han ocupado una sarta de oportunistas que hacen el más burdo populismo disfrazándose de izquierdistas porque saben que el espacio estaba vacío y con dinero han decidido ocuparlo. El mejor ejemplo es Hugo Chávez acompañado, ahora en papeles de virtuales clown, de Fidel y Raúl Castro. Pero Evo Morales en muchas ocasiones es insuperable.
La izquierda latinoamericana de los 60 y 70 vivía, vivíamos, equivocada en muchos sentidos pero era imposible dejar de reconocerle su constancia, su convicción ideológica, la decisión, en muchas ocasiones, de dar hasta la vida por una causa enfrentándose en muchas ocasiones a dictaduras militares brutales. Pero la derrota ha convertido a aquellas izquierdas en unas caricaturas impresentables, y esos vacíos los han ocupado una sarta de oportunistas que hacen el más burdo populismo disfrazándose de izquierdistas porque saben que el espacio estaba vacío y con dinero han decidido ocuparlo. El mejor ejemplo es Hugo Chávez acompañado, ahora en papeles de virtuales clown, de Fidel y Raúl Castro. Pero Evo Morales en muchas ocasiones es insuperable.
No se extrañe usted si en el futuro próximo alguno de los seguidores de López Obrador, que tanto se identifican con Chávez y Evo, comienza a degollar pollos en plena tribuna de San Lázaro. Resulta que Evo Morales ha dado clases de ciencia y tolerancia en la inauguración de la cumbre “de los pueblos” por el cambio climático que se realiza en Cochabamba. Para el presidente de Bolivia no hay duda: Europa y Estados Unidos, Occidente en su versión, están envenenando el mundo (no nombró a China porque es uno de sus socios). Pero sus ejemplos deben haber dejado pasmado al propio Al Gore. Dijo Evo, para demostrar su tesis, que “está científicamente comprobado”, no dijo dónde ni por quiénes, que los transgénicos son los responsables de la homosexualidad. Explicó, confirmando que no tiene la menor idea de qué son los transgénicos, que como se alimenta con hormona femenina a los pollos de criadero, eso tiene consecuencias tanto en hombres como en mujeres. "El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas, aseguró Evo. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres", aseguró Morales. A las mujeres les crecen los pechos, confirmó el presidente y eso se produce tanto por el consumo de pollo como de ganado vacuno.
Otra consecuencia indeseable del consumo de pollo y carne, según Evo, es que los hombres se quedan calvos. "La calvicie, que parece normal, es una enfermedad en Europa, casi todos son calvos. Y es por las cosas que comen. Mientras, en los pueblos indígenas no hay calvos, porque comemos otras cosas", aseguró Morales, que puso como ejemplo su abundante cabellera. Y profetizó: “en 50 años todos serán calvos en Europa”. Evidentemente el consumo de pollo es más importante para el primer presidente indigenista de América latina que la genética o el simple sentido común. Y así siguió Morales demostrando tanto su ignorancia como su intolerancia, porque al responsabilizar a los pollos de criadero de la homosexualidad acabó de un plumazo con todas las teorías sobre el tema y con las principales reivindicaciones de esa comunidad. Será felicitado por los Castro que opinan también que esa es una desviación pero allí les quitan a los homosexuales el pollo metiéndolos a la cárcel.
¿Se puede justificar tanta ignorancia en un presidente?. Que nadie nos diga que es por origen. Lula, el presidente del Brasil, es de un origen más humilde que Evo, y se ha formado, crecido, aprendido, ha llevado, se esté de acuerdo o no con él, aquellos postulados de los años 70 a una estrategia de desarrollo para su país en el mundo globalizado del siglo XXI. Hoy Brasil es una potencia. Mientras tanto la propuesta de Evo en su cumbre del cambio climático es dejar de comer pollo de criadero para no volverse homosexual, calvo o con busto. Hoy Bolivia sigue siendo, y lo es cada día más, uno de los cinco países más pobres del continente.
Pero las idioteces trascienden el continente y demuestra que todos los intolerantes son iguales, sobre todo los que se alían para desde el populismo y una suerte de teocracia política dirigir sus virtuales dictaduras. En Irán, la tierra del presidente Mahmud Ahmadinejad, ese gran socio de Chávez, Morales y Daniel Ortega, entre otros, el Ayatola Kazem Sedighi, para reforzar la tesis del presidente de que “pronto” un terremoto devastará la capital, Teherán, dijo que la culpa es de la mujeres. "Muchas mujeres no se visten recatadamente… llevan a hombres jóvenes por el mal camino, corrompen su castidad y diseminan el adulterio en la sociedad, lo que, en consecuencia, aumenta los terremotos", dijo el ayatola y lo aprobó el gobierno. Y aquí hay quienes colocan a Chávez, Evo e Irán como ejemplos libertarios contra el imperio.